Termo estancó turísticamente a Manzanillo


Carlos Valdez Ramírez

 

La instalación de la termoeléctrica en Campos estancó proyección que llevaba Manzanillo para perfilarse como el principal polo de desarrollo turístico en el Pacífico mexicano, señaló en entrevista exclusiva a EL NOTICIERO DE MANZANILLO, Jesús Granados, Director Municipal de Turismo y experimentado funcionario público ligado al sector.

Explicó que hace unas 4 décadas los cruceros que arribaban al puerto se dirigían a Las Hadas y ahí recibían al turismo ya que no visitaban el Centro Histórico; el barco permanecía atracado en la bahía y rememoró “yo tenía escasos 6 años 7 años y vivía en San Pedrito y subía al tanque de agua para ver al Princess cuando llegaba a Las Hadas”.

“El turismo comenzó muy bien para Manzanillo con la llegada de Las Hadas, Casolar y Maeva. Era una potencia turística en el Pacífico; no se escuchaba que hablaran de Vallarta y Acapulco apenas comenzaba a despuntar. Hace 30 años Las Hadas estaba en todo su esplendor y comenzaron a establecerse hoteles de marca como el Sierra Continental y el actual Hotel Tesoro, mismos que comenzaron a darle auge a Manzanillo”, expresó.

“Pero la llegada de empresas como la Termoeléctrica y otros acontecimientos hicieron que en Manzanillo el turismo se alejara. Influyó también que fuera inclinándose más a lo portuario que al turístico y sufrió un desbalance, ya que otros destinos comenzaron a detonar, por ejemplo Ixtapa-Zihuatanejo y Puerto Vallarta. Hace 25 años el turismo se estancó y pese a que se instalaron algunos hoteles todos los recursos de Fonatur se enfocaban hacia Ixtapa y Vallarta”, señaló.

Refirió que en Manzanillo vivían extranjeros por la euforia que desencadenaron Las Hadas; el hollín de la termo comenzó a afectarlos al igual que a los que aquí viven “pareciera que no estudiaron los vientos cuando construyeron la termo y eso afectó a todas las playas que tenemos, son más de 20, entre ellas hay algunas que aún permanecen vírgenes que tienen olas para todos los gustos y emociones que van desde 20 centímetros hasta 2 metros”, dijo.

Enumeró algunas de estas playas iniciando en la de Cocos en Isla Navidad, Playa Majahua y continúo “después hay una serie de playitas que vienen alrededor del arrecife por donde está La Boquita, por todo esos cerros, hay playas vírgenes preciosas, que tienen mucha flora y fauna bajo el agua por los arrecifes y se ve una impresionantemente belleza”.

Continuó “llegas a sus alrededores y encuentras con unas rocas muy famosas como la del Elefante, La Boquita en la bahía de Santiago que abarca varias playas como  Miramar, Olas Altas y Santiago, que es el ícono, porque ahí fue el nacimiento del turismo y rememoró el Hotel Anita y su auge en los sesentas”.

“Luego entras a la playa de Club de Yates, La Audiencia y sigue la playa Las Hadas para encontrarte con la siguiente bahía de Manzanillo, donde están Las Brisas, San Pedrito, una playa del pueblo donde todos aprendimos a nadar y posteriormente Ventanas y playa Tortuga”.

Señaló que actualmente el turismo representa para Manzanillo un 30 por ciento, en tanto que el 60 es comercial y el 10% agro-industrial.