Referencias Políticas


Humberto Silva y su aportación a la juventud

Salvador Olvera Cruz.-

Primera parte

Si bien es cierto que la educación es la piedra angular para el desarrollo de los pueblos, no es menos importante encausarla en su momento por las sendas más recomendables para alcanzar el progreso.

De hecho, el sector educativo tiene una amplia pista para el aterrizaje de las naves que nutran a los pueblos con una población enterada y capacitada para acceder al progreso en los ámbitos agropecuario, comunicaciones, industria, medicina, tecnología, investigación, cultura, fomento de valores, y todo aquello que incida en el bienestar de la sociedad.

En ese sentido, nos encontramos en cada país, y regiones de los mismos, que se trazan programas y acciones que respondan a los retos de los tiempos, dependiendo sus logros de las capacidades y visión de quienes en su momento marcan la tarea educativa.

En el caso concreto de nuestro país, nos encontramos que después de un rezago palpable educativo hasta el siglo XIX, es a partir de la etapa post revolucionaria de 1910, cuando se va a impulsar la educación básica con la llamada escuela rural mexicana, auspiciada por el maestro Rafael Ramírez y José Vasconcelos, desde la SEP.

Colima, durante esta época, siguió la pauta emprendida a nivel nacional, pues el magisterio colimense supo responder a los retos de la época, alcanzando importantes logros en base a su apostolado.

Sin embargo, Colima carecía de una institución de educación superior que respondiera a las demandas de la juventud, pues sólo contaba con la Escuela Normal de Maestros, academias y centros de educación que atendían enseñanza a nivel medio.

Lo anterior fue superado durante el mandato presidencial de Lázaro Cárdenas del Río, quien durante el periodo gubernamental de Pedro Torres Ortiz fundó la Universidad Popular de Colima el 16 de septiembre de 1940.

La medida anterior se centró más que nada en la finalidad de atender a la juventud colimense que para cursar una carrera profesional tenía que emigrar a los estados vecinos o a la capital del país, caso que impedía que la juventud de escasos recursos pudiera acceder a la educación superior.

Pese a la creación de nuestra Universidad, la naciente casa de estudios vivió desde su fundación una larga etapa de letargo, donde las autoridades universitarias y gobiernos en turno muy poco o nada hicieron en beneficio de la comunidad estudiantil.

Se generó una inquietud en la comunidad estudiantil que desembocó tres lustros después de la fundación de la universidad, organismo estudiantil que se dio a la tarea de organizarse para luchar y concretar sus aspiraciones y objetivos con que surgiera nuestra Máxima Casa de Estudios.

En ese contexto se formó la Federación de Estudiantes Colimenses (FEC), el 4 de enero de 1955, no sin antes sortear una serie de conflictos generados por parte de las autoridades educativas y Gobiernos del Estado en turno.

La finalidad y objetivo del estudiantado colimense de esa época radicaba básicamente en organizarse para estar en capacidad de luchar y cumplir su añejo deseo de contar en el medio colimense con mayores oportunidades de estudio a nivel superior, pues por ese entonces la totalidad tenía que emigrar a la capital del país o a otras entidades federativas.

Vale mencionar que el Primer Comité Directivo Estatal de la FEC quedó integrado de la forma siguiente: Presidente, Roberto Vázquez López, estudiante de la Escuela Secundaria No. 2; primer vicepresidente, Sergio Miguel Carrillo Huerta, de la Escuela Secundaria No. 1; segundo vicepresidente, Susano Abel Ramírez, del Instituto Tecnológico de Colima; secretario general, Santiago Pérez Santoyo, de la Escuela Normal de Maestros.

Como secretario de Actas y Acuerdos, Jorge Humberto Silva Ochoa, de la Escuela Secundaria No 2; secretario de Deportes, Antonio Rodríguez de la Escuela Normal de Maestros; secretario de Organización, Carlos Gutiérrez, de la Escuela Secundaria No. 4; y como secretario de Acción Social y Cultural, Eladio Mendoza, de la Escuela Secundaria No. 2.

Respecto a la fundación de la FEC, Humberto Silva Ochoa jugó un papel importante, al establecer previamente apoyos con organismos estudiantiles de la capital del país y otras entidades federativas.

Con la intervención de la FEC, a partir de 1955 se abrió una nueva etapa en la vida universitaria en lo referente a oportunidades de estudio para la juventud colimense, pues esta organización estudiantil, fue paso a paso abriendo nuevos caminos, que llevarían a los logros actualmente alcanzados.

En lo anterior influyó en buena medida la FEC, que capitaneada por Humberto Silva Ochoa como fundador, líder formal en su momento y moral posteriormente, concretó la visión que desde su etapa como estudiante a nivel de enseñanza media concibió para beneficio de la juventud estudiosa.

Lo antes expresado es algo que cada día se irá valorando en su real dimensión, pues Humberto Silva, desde su adolescencia, vivió, entendió y comprendió la necesidad de que nuestra entidad contara con una real universidad que ofreciera las oportunidades de estudio demandantes por la juventud, pero sobre todo, fortalecer a Colima con jóvenes preparados y capacitados para abrir paso al desarrollo de la entidad.